los ojos qué dejan
sobre una pared de azulejos
rescatada a cierta altura) sufrían
migrañas se reían entelaban mis tías
planos de construcción planos de campo
bordaban estrategias en manteles
por la tarde zurcían las barajas
las medias se acariciaban el labio
dudaban lo lavé no lo lavé miraban
la pared de azulejos el almuerzo
cocido el bremer las libretas
y también
cuántos dedos falanges falanginas
y sus carnes vivas de chasquear
las pieles invitadas con sus líneas
de expresión la habrán rozado
No hay comentarios.:
Publicar un comentario