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11 de noviembre de 2018
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si supieras el rincón
dónde me había quedado
tu lilium, apenas verde y ya
sin flor
la tierra un cascote, agarré
lo saqué al patio, lo puse
abajo de la canilla, además
lo dejé afuera para que la luz
natural, en fin
fue mi primer lilium y menos
mal que era pura brasa, beib
porque los otros días
en un kiosquito olí un gran
Lilium Blanco y ¡qué asco!
demasiado pastel, frasco
de colonia vieja, exuberante
vedette. Naaa. Prefiero
tu naranjita chico, fuego
que se apagó como gallo
que despluma -quedate tranqui
ya me lo explicaste- hasta volver
al huevo de su bulbo
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