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1) Pusieron grandes redes en el cielo
y cerraron la zona de ingreso
al vapor de las américas.
Quedó el bote cargado de nosotros:
chicos albatros condenados
a las mismas costas blancas.
Higiénicamente aislados
del reloj, pibe.
El reloj.

2) Pelos de gato
debajo de la cama.
Mirá
para el otro lado
la ventana,
la tormenta desmejorándote
el ojo.
Prendé un
cigarro y chau.
Que te empiece
la conferencia, el petrel
gigante grazna -
Niño, grazna -
Cara de niño no
puede seguir siendo
como en el sueño.
No son
murciélagos matutinos,
son petreles de tu sueño.
Aleteos
que aparecen.

3) Fuiste cielo y tu gato
un campo incendiado.
Subieron como humos.
Toda la noche tragaste
humo.
Cada respiración de tu gato
entró por ósmosis.
Cada ronquido subió
desde abajo de la cama
y ahora un muy leve recuerdo
de haber soñado un hombre acariciándote
y una escuadra de pájaros de guerra
trepando la ventana
te inquieta.

4) Decir que crees
que ese hombre
sos vos
acariciándo un gato ayer tarde
y que los pájaros soñados
son murciélagos son aviones de una guerra
muy tuya aunque
las alas rara vez te tocan.