Perros del mundo enamorados.
Enamorados, es un decir.
Con el hocico ardiente
y la lengua dispuesta.
Con el lomo de sierra crispada. Allá van.
A caminar por el terreno.
A observarse montar por turno.
A ladrarle en la oreja por turno.
Y a morderle la oreja a la perra
que conduce sin riendas
la carreta del amor.
Amor, es una decir.
Calientes como sangre que aúlla envuelta en cuero.
Eso sería
decir hot dog.
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